Cierre del Programa de Iniciación en Lutería en Cuerdas Frotadas
El pasado sábado 16 de diciembre se llevó a cabo el cierre del Programa de Iniciación en Lutería en Cuerdas Frotadas que capacitó a 10 lutieres por más de 4 años en este oficio. El programa, que dio como resultado 7 violines construidos por manos colombianas, se llevó de manera conjunta entre la Fundación Salvi, la Fundación Bolívar Davivienda y la Fundación Nacional Batuta.
Victor Salvi fue un apasionado lutier, un hombre dedicado a ese oficio artesanal gracias al que se mejora el sonido y se prolonga la vida de los instrumentos musicales. La pasión de Víctor fueron las arpas y hoy, la marca Salvi es reconocida en el mundo.
La Fundación Salvi ha continuado esa pasión, desarrollando y perfeccionando la formación de lutieres en Colombia. Desde los Centros de Lutería, ha liderado por más de 10 años la profesionalización del sector, con el fin de entregar herramientas a los maestros lutieres para capacitarse y, de la misma vida, apoyar a los diferentes procesos musicales del país a mantener sus parques instrumentales en buen estado.
Precisamente, el Programa de Iniciación en Lutería en Cuerdas Frotadas, llevado a cabo en conjunto con la Fundación Bolívar Davivienda y la Fundación Nacional Batuta, fue una de las iniciativas encaminadas en este fin. Durante cuatro años, se formaron diez becarios que habían participado en procesos formativos de la Fundación Batuta. En el proceso, que inició en 2020, los participantes recibieron una semana intensiva de preparación al mes, en la que se enfocaron en construir violín.
“El músico de hoy está transformando su profesión en múltiples oportunidades, que van desde la práctica instrumental, la enseñanza, hasta convertirse en un lutier. Esta experiencia en particular la promovió la Fundación Nacional Batuta, la entendió la Fundación Bolívar Davivienda, entidades comprometidas con el desarrollo integral de los músicos en el país. La Fundación Salvi acompaña estas iniciativas. Unidos logramos proporcionar herramientas adicionales para los jóvenes que participaron en el programa” – Julia Salvi
Al final del proceso, se construyeron siete violines y, además, se trabajó en la reparación y mantenimiento de parques instrumentales de diferentes proyectos artísticos del país. Pero el resultado trasciende lo tangible, pues la meta mayor del programa fue formar lutieres integrales en construcción, mantenimiento, reparación y adecuación de instrumentos de cuerda frotada, con la capacidad de responder a las necesidades de lutería del país.
“Mediante la implementación de proyectos como este, Batuta logra, de la mano de importantes aliados como la Fundación Bolívar Davivienda, la Fundación Salvi y la Embajada de Japón, hacer de la lutería un camino de vida para los jóvenes que pertenecen a la red Batuta en Colombia.
De esta manera, Batuta reafirma su compromiso con el futuro de los jóvenes músicos, con el hecho seguir cumpliendo nuestra misión desde un enfoque integral y de innovación, y de seguir aportando al fortalecimiento del ecosistema musical colombiano en todas sus dimensiones”. – María Claudia Parias
El cierre de estos cuatro años de proceso se llevó a cabo el pasado sábado 16 de diciembre en la sede de la Fundación Salvi. Contó con la presencia de Julia Salvi (Presidente de la Fundación Salvi), de María Claudia Parias (Presidente Ejecutiva de la Fundación Batuta) y Juan Andrés Rojas (Director Ejecutivo de la Filarmónica Joven de Colombia).
Durante el aislamiento derivado por la pandemia del Covid-19, se realizaron seminarios de manera virtual, y en el regreso a la presencialidad el grupo de becarios se dividió en dos para cumplir con los protocolos establecidos.
